El sabado pasado asistí como invitado de honor a una despedida de soltera. Lo cierto es que siempre me lo paso genial en este tipo de eventos. Bailas, ries y haces reir muchisimo(cosa que a mí me encanta). Disfrutas y haces disfrutar a los demás asistentes. A esta celebración acudí como stripper y me tocó participar durante la mayor parte de la velada, desnudo junto a la futura señora de... . Lo cierto es que me reí muchisimo, y que junto a los nervios de la futura señora de, estaban las sonrisas de todas las amigas y compañeras de trabajo, aplaudiendo al son de las canciones y cantando desde el principio de la velada. Cuando se aburrieron de charlar y de mirar simplemente me pidieron encarecidamente que me tumbase sobre la mesa de la cena. Obedecí como no podía ser de otra manera, rodeado por unas doce amigas. Las más lanzada de todas ellas, derramó sobre mí su copa de champan y se puso a sorberlo. Trajeron nata en bote y más champán que fueron tirando sobre mí. Un gran montón de nata que colocarón sobre mi sexo, y que al grito de cometelo, cometelo, pidieron a la futura esposa que se dejase de regimenes, y procediera a darse un atracón de dulces. Así hizo, y suavemente y pasando su lengua con dulzura fue retirando la nata de encima mio. Dos compañeras suyas me derramaban más champan sobre el pecho o la boca y procedian a sorberlo y chuparme, a la vez que me besaban. Cada vez quedaba menos nata sobre mi sexo, y sin embargo su lengua estaba cada vez más ávida de alimento. Cuando la novia retiro su cabeza ante la escased de nata, una amiga suya me agarro del miembro, y sujetandolo con firmeza le lanzo nata haciendo giros sobre él. "Te enseño como se hace", le dijo a la amiga, y sin dilación se metio mi pene en la boca, retirandola suavemente mientras me succionaba para dejarme bien limpio. Siguió chupandome hasta que me puse tan duro que me sobresalía el glande por encima de la piel. Cogio más nata y repitiendo el mismo procedimiento le pasó el turno a la novia, la cual procedio de identica manera. No sé deciros si pasaron las doce amigas o alguna se abstuvo, solo sé que durante muchos minutos estuve en una nube, siendo chupado una y otra vez por distintas mujeres, mientras las demás me sobaban y mojaban de champán. Cuando todas terminaron me levante sobre la mesa, y trayendo a la novia junto a mí bailé desnudo con ella durante cuatro o cinco canciones seguidas. Mientras bailabamos las amigas nos regaban con más copas de champán, ella se iba desvistiendo ante mí, y las manos de sus amigas se perdían por mi trasero y mi espalda, por mis piernas y mi sexo sin contenerse. Tirado sobre la novia desnuda, tumbada sobre la mesa del banquete procedí a hacerla sexo oral delante de sus amigas, que nuevamente se turnaban para masturbarme y chuparme mientras trabajaba el sexo de su amiga. Los gemidos de placer de ella se mezclaron con los gritos de las amigas ante el asombroso orgasmo que estaba teniendo. Agarrada de las manos de dos de sus amigas, tumbada sobre la mesa se acurrucaba junto a una de sus amigas mientras se relajaba del orgasmo que había alcanzado. Mientras tanto, el resto de sus compañeras se arrejuntaban contra mí tocandome y perdiendo sus manos cada vez menos inocentes por mi cuerpo. Fue entonces cuando la primera de las chicas, la que comentaba antes parecía más lanzada, se despojo del tanga y posandose sobre mi en la mesa hizo que la penetrase. Delante de todas sus amigas, bien a la vista y sin dilaciones, follamos salvajemente mientras todas sus amigas nos miraban y de paso nos tocaban y animaban. El resultado fue un orgasmo tan bestia que pesé a lo vivido no deje de mantener la dureza de mi sexo, de lo excitante que era la situación. Desde ese polvo primero, hasta el octavo y último de la mañana pasaron más de catorce horas de fiesta y descontrol, de polvos y felaciones, hasta que una tras otra practicamente todas me cataron. Solo diré que me prometieron repetir todas ellas, asiqué es probable que en adelante tenga muchas nuevas personitas sobre las que contaros nuestros encuentros. Espero que os gusten. A mí me encantan estas despedidas.
domingo, enero 07, 2007
lunes, enero 01, 2007
El cruce de miradas, los gestos, las palabras, las insinuaciones. Toda clase de movimientos gestos y palabras con un unico fin, conseguir atraer a la otra persona de un modo que su lado más salvaje se suelte conmigo y me deje conocerla hasta en lo más profundo de su intimidad. Palabras, besos, caricias y abrazos. Manos que se pasean por todo tu cuerpo sin pararse por muy peligrosa que sea la zona. Nada nos detiene cuando se pone en marhca la fuerza del deseo, de la pasión desenfrenada. Cada calle, cada esquina, cada farola, cada portal es un habitaculo improvisado en el que podriamos hacernos el amor y perdernos para siempre. Finalmente llegamos a casa, extasiados y rendidos, pero pletoricos por una fuerza mucho mayor que cualquier otra conocida. Con avidez desmedida desvestimos nuestros cuerpos para ofrecerselos a nuestros labios, para permitirme que mi boca te lama, te succione, te chupe y te mordisquee esos suaves pezones. Tus gestos me dicen que a cada caricia mia tu cuerpo responde pidiendome más, una y otra vez disfrutando de los previos al acto más aún que del propio acto sexual. Es entonces cuando caemos tumbados en la cama, y uno sobre el otro procedemos a proporcionarnos placer estimulando el sexo del otro con la boca. Puedo notar como tu humedo sexo se abre y accede a mi lengua, como te genera un placer desmedido, mientras mi pene entra en tu caliente y humeda boca, que lo abraza, lo besa y lo come con una intensidad que me lleva lo más cerca del cielo que nunca estuve. Por eso ninguno de los dos pudo esperar a explotar de placer en la boca del otro. Por eso no pudimos para de hacernos el amor en toda la nochevieja. Espero que lo hayais pasado muy bien y que os haya gustado.
viernes, diciembre 29, 2006
Olga es una mujer fantástica. De mentalidad libre y abierta, directora de una empresa de logística, madre, ama de casa, profesora de sus niños y en su tiempo libre amiga de sus amigas. Cuando la conoci era aún una mujer bastante cohibida, de rapidos piropos y reacciones, pero con un trasfondo tímido. Pase un fin de semana haciendola compañía mientras su ex-marído cuidaba de las niñas. Mujer de caricias sensibles y sentidas, me parecía de la clase de personas que deciden llevar la iniciativa, pero tras desnudarnos mutuamente y comenzar a besarnos con nuestros cuerpos pegados, me dí cuenta que se entregaba totalmente a mis manos y caricias, asi como a mis besos y rozes. Su blanca piel se erizaba al contacto de mis manos, al más fino de mis besos. Sus gemidos cuando mi boca descendio a su sexo pudieron ser oidos desde cualquier habitación de su casa. Sentí que esta mujer se deshacía en mis manos, al contacto de mis dedos, una y otra vez. La primera vez que nos acostamos disfruto de tres orgasmos antes de la penetración. Cuando este domingo la dejé en su casa, noté en su cara que algo había cambiado en ella. Olga me volvió a llamar el martes para decirme que se ha comprado un Kit completo de consoladores, en compañía de una amiga que tambien a sucumbido. Decididamente mujeres como ella hacén que sonria cada vez que las recuerdo, y que me sienta más feliz con lo que hago.
Lorena es camarera de un pub cercano a donde vivo. Acostumbro a acercarme a ese pub con mis amigos los dias que podemos juntarnos, a contarnos historias y si se tercia coquetear con las chicas que entran, las cuales, junto con Lorena, son de lo mejorcito que se puede echar un hombre a la vista. Lo cierto es que a esta chica no le falta nada. Ni la gracia, ni la belleza, ni un fisico acorde a los dictamenes de la moda. No obstante Lorena guarda en sus ojos destellos de infelicidad. Todos la conocemos ex-novios y amantes, todos la conocemos pretendientes, pero nadie que la llene. A menudo cuando va pasando la noche y las bebidas van provocando su efecto entre los que llenamos el pub, paro de hablar y de hacer lo que este haciendo y me dedico a observarla. Observo como coquetea mientras trabaja, como baila y se divierte desde dentro de la barra de un modo natural, aunque forzado. La intuyo muy feliz de cara a la gente, pero triste cuando no esta a la vista de todos. Me dura poco tiempo. Al rato vuelvo a la realidad y a escuchar las historias de mis amigos. Uno de ellos me contó como se lo había montado en el baño de ese pub, pero sinceramente, creo que es mejor recordar historias más agradables. Os sigo contando.
lunes, diciembre 25, 2006
Feliz Navidad, Felices fiestas y muchas gracias a todos los que entrais a leerme. Que Olentzero(o santa claus) os traiga todo lo que le habeis pedido y que todos vuestros deseos se os cumplan de verdad. Besos para todas y abrazos para todos. Segid viniendo prometo contaros cositas nuevas.
martes, diciembre 12, 2006
viernes, noviembre 24, 2006
El sabado estuve con una mujer especial. Especial no solo por sus caracteristicas personales, especial por sus circunstancias. Se trata de una mujer madura, de casi cincuenta años de edad, buena ama de casa y amante de su esposo, al que no engañaría por nada. Hable con ella a la tarde del viernes y quedamos el sabado por la tarde temprano. Cuando nos conocimos y charlamos juntos me dí cuenta que ella no buscaba lo típico. Le daba miedo yo y mi condición. En estos casos suelo quitarle hierro al asunto del sexo y no dar especial importancia si en ese momento determinado la mujer se echa para atras. Sin embargo ella estaba decidida a que la sirviera. "Quiero que me enseñes a masturbarme bien" me dijo. "A masturbarme y sexo oral, pero sin penetracion". la llamaremos Olga. Olga me contó que ella nunca había hablado de masturbaciones ni de sexo oral ni siquiera con su pareja, pero que hace no mucho tiempo le dio por empezar a hacerlo ante la reciente pasividad de su marido, y ante el calendario de bomberos de bilbao que tanto furor está haciendo por aquí. El resultado fue mejor de lo que ella se esperaba, pero no sabía si lo estaba haciendo bien, y ahora el morbo había podido con ella. Así nos fuimos juntos a la habitación de un hotel cercano y tras limpiarnos a conciencia comence mi particular espectaculo. Naturalmente, no iba a empezar a masturbarla sin más razón, asique me decidi a hacerle un striptease antes de entrar en materia. Cuando acabe de bailar y desnudarme para ella me postré delante de sus rodillas y dejé que mis manos se deslizasen por sus muslos levantando su falda. Mis labios besaron suavemente el interior de sus muslos y sus rodillas mientras mis manos alcanzaban sus braguitas y las deslizaban hacia abajo suavemente. Chupe uno de mis dedos y lo pasé suavemente entre sus labios vaginales separandolos. Olga se estremecía con cada ligero movimiento. Volvi a chuparme el dedo y a repetir la acción con suavidad, ahora deslizandolo de abajo a arriba y viceversa. Noté que se excitaba con mucha facilidad, que no me quitaba ojo de encima y que disfrutaba con cada movimiento. Pose mi mano izquierda sobre su pelvis y comence a hacer pequeños giros mientras mi mano derecha se posó ahora sobre un costado pasando hacia el otro un poco más rapido, ejerciendo fricción sobre la zona de su clitoris. Olga no aguantaba de placer. a ratos dejaba que uno de mis dedos cayese y se deslizase entre sus labios, o seguía pasandolos con avidez sobre su cada vez más sobresaliente clítoris. Un beso en este organo en el momento apropiado y Olga alcanzó el primer orgasmo de la tarde. Tras las convulsiones y gemidos de este primer orgasmo tocaba ser suave y sensible. Y para eso no hay nada mejor que mi boca y mi lengua. Jugando con ella mientras Olga intentaba recuperarse de la sensación, mi lengua pasaba entre sus labios como anteriormente mi dedo, jugando con su pequeño clítoris a hacer circulitos y succionarlo suavemente. Chupandome dos dedos, penetre a Olga con ellos mientras succionaba su clítoris para aprovechar su hipersensibilidad. Mientras se retorcía de placer yo estaba comiendola y masturbandola sin compasión. No tardó demasiado en correrse una segunda vez conmigo de comensal. Para acabar la tarde Olga quiso corresponderme haciendome lo propio y sexo oral. No sé si su marido se habra corrido sobre ella como yo lo hice, solo sé que seguro que la próxima vez que nos veamos recordaremos que fue una experiencia increible.
miércoles, noviembre 15, 2006

Hola a todos!!! Antes de nada, y primero de todo debo pediros perdón por mi ausencia. Lo cierto es que he estado una temporada trabajando fuera(en china para ser exactos) y evidentemente, no teniendo nada nuevo que contaros decidí no inmiscuirme ni contar historias inventadas. Me alegra ver que hasta el final me habeis estado visitando y revisitando, y eso me da a entender que lo que escribo os gusta. Me alegro enormemente, y aunque los que me leais seais cuatro quiero que sepais que os tengo en muy alta estima y que no me olvido de vosotros. Va para vosotros mi relato de hoy. Quienes me leeis desde el principio recordareis una pareja que me contrato en cierta ocasión para celebrar el cumpleaños de su señora mientras el marido miraba. A estos miembros de la pareja se les suele conocer como cornudos voluntarios, y he de decir en su descargo, que ellos sienten que le deben a su pareja un disfrute tan grande que ellos son incapaces de proporcionar, por tanto ceden a su pareja a otra persona para que esta le proporcione ese goze, y disfrutan sintiendose en la piel del corneador. La esposa del susodicho cornudo me llevaba llamando ya al parecer unas cuantas veces, deseando repetir la situación, pero esta vez sin que su marido estuviera presente. Deseaba que estuvieramos juntos para repetir la experiencia, y que su marido se sintiera cornudo y más que ver soñará con lo que le estaban haciendo a ella. Yo accedí y lo preparé todo. Por supuesto al llegar ella estuvimos charlando, tomando una copa y hablando un poco sobre gustos y preferencias. Lanzamos el tema de el anterior encuentro. Yo alabé su decisión y su morbosidad, asi como su cuidado físico pese a ser una mujer ya madura. Ella no obstante tambien hizo observaciones sobre mi físico y mi buen hacer. Fue todo lo que necesitamos. Procedimos a desnudarnos y a meternos en la cama. Pase mis manos suavemente sobre su contorno, rozandola y notando su excitación. Cuando me propuse a tirar fuera su tanga ella me pidió que lo dejará a mano. "Quiero que luego te corras en él", me dijo, "así mi marido tendrá pruebas de lo que he hecho". Accedí a hacerlo y procedí a pasar mi mano suavemente por entre sus labios vaginales para notar su delicada humedad. Tan excitada estaba que me pidio que no anduviese con rodeos. Asi hize y procedí a penetrarla sin demasiados miramientos. A cada movimiento de mi cintura penetraba un poquito más y ella gemía y profería voces provocativas. No encontré motivos para detenerme en el acto y menos a medida que iba entrando más y más en ella, a estas alturas absolutamente entregada. Su cuerpo y el mio se movían ya como uno solo conectados por el sexo de ambos, mientars nuestras manos manoseaban nuestros ardientes cuerpos desnudos, con descaro y sin control. Noté que ella se corría fuertemente, agarrando la almohada y tapandose con ella la cara para ahogar su grito de placer. Poco más tarde yo en hacer lo propio. Me afloje el preservativo y procedi a eyacular sobre su tanga, humedeciendolo en su totalidad. Ella levantó su cuerpo y agarrandome del miembro procedio a ordeñarlo como si me tratase de una vaca, extrayendo hasta la última de mis gotas sobre su ya empapada tela. "Gracias mi vida, esto es lo que necesitaba", me dijo, "que me arreglen el coño y le digan a mi marido lo que es un hombre, con demostración incluida", y acto seguido cogio el tanga con una mano y lo deposito en una bolsita para bocadillos que guardo en su bolso. No os negaré que me reí, pero eso sí, no me hubiera gustado estar en la piel de su marido.